Cuando yo tenía ocho años, recuerdo pidiendo mis padres esta pregunta. ¿Por qué tenemos que ir a Misa? De hecho, yo pedí mis padres esta pregunta unas mil veces en mi niñez. Ellos tuvieron problemas para dar una respuesta que pienso que estaba satisfactorio a mí.
Si tiene ocho años de edad o si esta en los ochenta, en algún momento de su vida probablemente ha luchado con la pregunta, ¿Por qué tenemos que ir a Misa?
Puede ser que alguna vez no tenga deseos de ir.
Puede ser que no le gustan la música o las homilías
Puede ser que piense que la Misa es aburrida.
Puede ser que sienta que la parroquia no es acogedora.
Puede ser que trate de convencerse de que lo mismo puede rezar afuera o en la comodidad de su hogar.
Aun cuando usted sabe que ir a Misa es bueno, puede convencerse de no ir enfocando los aspectos negativos. ¿Qué pasaría si cambiara su actitud sobre ir a Misa? ¿Que pasaría se empezara a pensar en la Misa como el momento del día en que puede conectarse con Dios y con otras personas de una manera especial?
La vigilia de Pascua |
Estudios de investigación muestran que las personas que van a la iglesia todas las semanas son:
Menos propensas a sufrir de depresión
Menos propensas a abusar de drogas o de alcohol
Más propensas a tener un fuerte sentido del bien y del mal.
Más propensas a vivir una vida más larga y más feliz.
Aquí tiene diez buenas razones para ir a misa.
1. Primero. Dios nos pide que santifiquemos un día. Dios nos pide que separemos un día para enfocarnos nuevamente física, mental y espiritualmente. Vivimos en un mundo secular. Ir a Misa nos ayuda a verlo todo desde una perspectiva diferente.
2. Segundo. Jesús nos hace el regalo de Sí mismo.
3. Tercero. Necesitamos ser parte de una comunidad. Cuando nos reunimos en la Misa para orar y para rendirle culto a Dios, satisfacemos una profunda necesidad dentro de nosotros de estar en comunión con otras personas. Los otros feligreses- aún si no los conocemos a todos- nos brindan apoyo, afirmación, y aliento al tratar de vivir el mensaje del Evangelio. Nos ayudan a ver que no estamos solos. Nos recuerdan que todos somos parte del Cuerpo de Cristo.
4. Cuarto. Dios tiene un mensaje especial para nosotros. Cuando escuchamos las lecturas, la homilía, y las oraciones de la Misa, Dios nos habla de una manera especial. Debemos irnos de cada Misa por lo menos con una inspiración que impacte nuestra vida de alguna manera. Solamente tenemos que prestar atención y estar abiertos a lo que el Señor está tratando de decirnos.
5. Quinto. Necesitamos hablarle a Dios. Cuando vamos a Misa, le hablamos a Dios por medio a nuestro canto, de nuestras respuestas y oraciones comunales y de nuestras propicias oraciones desde el fondo de nuestro corazón. Durante la misa, tenemos la oportunidad de pedirle a Dios lo que necesitamos, de prometerle a Dios que haremos lo que El quiere hagamos, y de darle gracias por las muchas bendiciones que nos ha concedido.
6. Sexto. Las personas necesitan nuestras oraciones. Podemos rezar por otras personas en cualquier momento, pero cuando lo hacemos durante la misa, lo hacemos de una manera especial.
7. Séptimo. Necesitamos mantenernos firmes en lo que creemos. Ser un seguidor de Jesús va en contra de la cultura. En cada Misa, tenemos la oportunidad de ponernos de pie y proclamar públicamente lo que creemos.
8. Octavo. Necesitamos reconocer que cometemos errores. En cada misa, tenemos la oportunidad de revisar la semana anterior. Admitimos que hemos pecado de pensamiento, de palabra, y de obra, con lo que hemos hecho y con lo que hemos dejado de hacer. Buscamos el perdón, y se nos asegura que Dios aún nos ama.
9. Noveno. Necesitamos un ritual en nuestra vida. La misa ese un ritual que, significa que por medio de la repetición de oraciones y movimientos y del cambio del pan y el vino en el Cuerpo y la Sangre de Cristo, somos formados, disciplinados y consolados.
10. Décimo. Necesitamos experimentar algo más grande que nosotros mismos. Cuando vamos a Misa, compartimos la muerte y la resurrección con Jesús. Cuando le ofrecemos nuestra vida ordinaria a Dios por medio de Jesús, entramos en el gran plan de Dios para el mundo. La Misa le da significado y propósito a nuestra vida. Nos da un sentido de destino y ofrece la clase de paz que el mundo no puede dar.
La vida es demasiado difícil vivir solo. Necesitamos el uno al otro. Una vez cada semana, unimos en dentro de la misa para recordar que quien somos, el pueblo de Dios.
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